Sufro una afección de nostalgia recurrente. Ocurre una o dos veces cada año y, aunque casi siempre apela a las mismas memorias, se dispara de formas inesperadas.
Hace unas semanas volví a pensar en ese momento nostálgico, aquí va...
Volvería a aquellos años al iniciar mis estudios en la escuela de diseño, el deseo por aprender auténtico, curiosidad en todo, descubrir conceptos, precursores del diseño, comentar y discutir con mis profesores; volvería para abrazar más ese momento, sin prisas por querer trabajar y ganarme la vida de diseñador. Creo que siempre quise ir más rápido de lo que me tocaba y no disfruté del camino lo suficiente, ¡malditas prisas!
Recuerdo también a una compañera que estudiaba Diseño de Moda, Laia, nuestras conversaciones en los descansos hablando de todo moda, diseño, música y arte. Siento nostalgia porque nunca le dije que aquellas conversaciones eran mucho más trascendentes, eran más que conversaciones y nunca se lo dije. Mis prisas por crecer y avanzar en mi carrera profesional pudieron más que el corazón, decisiones que tomamos en un momento dado y que luego con la perspectiva del tiempo se convierten en un "y sí hubiese...".
En ocasiones me siento a conectar puntos hacía atrás y pensar que hubiese sido de mi si hubiese tomado otros caminos. Ahora, pensando en esto recuerdo que no supe nada más de Laia, la intenté buscar sin éxito. Y me he dado cuenta que mi hija se llama Laia ¿tendrá algo que ver con mi subconsciente? Quién sabrá...
Vuelvo al momento actual, porque la nostalgia es buena para recordar y añorar pero es momento de volver (salta la notificación de low battery, voy a por el cargador).
Yo no volvería a ninguna, la verdad. Le tengo alergia a la nostalgia y a la rememoración. Escuchar batallitas del pasado me intoxica como un aguardiente casero
Gracias, Manuel. Me has dejado pensando sobre las diferencias entre nostalgia y rememoración. Diría que la nostalgia se sufre en silencio, porque exponerla es reconocer una herida, un "he estado mejor" y hasta puede provocar celos en quienes te rodean, porque "echas de menos otros contextos". Por eso, la nostalgia dura se calla o se confiesa con cierto pudor.
Sin embargo, en la rememoración hay una actitud presuntuosa, de chanza, un "mira cómo molábamos" que, coincido contigo, se hace bastante vulgar.
Bueno, bueno, lo de que la nostalgia se vive en silencio... no sé yo 😅 "yo fui a EGB", múltiples festivales, revivals, grupos de música que vuelven, camisetas de fútbol antiguas, el revisionado de series de los 90 como actividad dominguera, etc, etc...
Esto me parece ridículo.
El contar batallitas del pasado me cabrea, porque, además, ha sido demostrado ya, la memoria es mentira, con lo cual, lo que se cuenta ni siquiera es la realidad.
Contra la saudade me peleo yo solo, sin invitar a nadie.
Y a veces llama a mi puerta algo cuyo nombre acabo de aprender y que no aparece en el diccionario: anemoia, la nostalgia de algo no vivido.
Y ha sido el relato Whisky Tango Romeo el que me ha hecho conectar las dos cosas y buscar el término. Escuchándolo he sentido nostalgia por aventuras, no solo no vividas, sino, también, imposibles de vivir; lo cual es absurdo.
Creo que estamos usando terminologías diferentes y conceptos distintos, pero pensamos igual. Mi nostalgia es la que duele (-algia) y es íntima porque conecta con las vivencias propias, no el revival, que lo hace con una idealización. Me gusta que hayas usado "saudade" porque hay algo de eso :)
Y respecto a la añoranza por aventuras no vividas, creo que ese es el motivador más fuerte para escribir ficción, al menos para mí. No pensaba escribir más de Whisky Tango Romeo, pero el contexto (emocional y geográfico) me gusta tanto que quizás... :)
Muchas gracias por tus comentarios, me hacen pensar.
Hace unas semanas volví a pensar en ese momento nostálgico, aquí va...
Volvería a aquellos años al iniciar mis estudios en la escuela de diseño, el deseo por aprender auténtico, curiosidad en todo, descubrir conceptos, precursores del diseño, comentar y discutir con mis profesores; volvería para abrazar más ese momento, sin prisas por querer trabajar y ganarme la vida de diseñador. Creo que siempre quise ir más rápido de lo que me tocaba y no disfruté del camino lo suficiente, ¡malditas prisas!
Recuerdo también a una compañera que estudiaba Diseño de Moda, Laia, nuestras conversaciones en los descansos hablando de todo moda, diseño, música y arte. Siento nostalgia porque nunca le dije que aquellas conversaciones eran mucho más trascendentes, eran más que conversaciones y nunca se lo dije. Mis prisas por crecer y avanzar en mi carrera profesional pudieron más que el corazón, decisiones que tomamos en un momento dado y que luego con la perspectiva del tiempo se convierten en un "y sí hubiese...".
En ocasiones me siento a conectar puntos hacía atrás y pensar que hubiese sido de mi si hubiese tomado otros caminos. Ahora, pensando en esto recuerdo que no supe nada más de Laia, la intenté buscar sin éxito. Y me he dado cuenta que mi hija se llama Laia ¿tendrá algo que ver con mi subconsciente? Quién sabrá...
Vuelvo al momento actual, porque la nostalgia es buena para recordar y añorar pero es momento de volver (salta la notificación de low battery, voy a por el cargador).
Laia es un nombre precioso.
Yo no volvería a ninguna, la verdad. Le tengo alergia a la nostalgia y a la rememoración. Escuchar batallitas del pasado me intoxica como un aguardiente casero
Gracias, Manuel. Me has dejado pensando sobre las diferencias entre nostalgia y rememoración. Diría que la nostalgia se sufre en silencio, porque exponerla es reconocer una herida, un "he estado mejor" y hasta puede provocar celos en quienes te rodean, porque "echas de menos otros contextos". Por eso, la nostalgia dura se calla o se confiesa con cierto pudor.
Sin embargo, en la rememoración hay una actitud presuntuosa, de chanza, un "mira cómo molábamos" que, coincido contigo, se hace bastante vulgar.
Bueno, bueno, lo de que la nostalgia se vive en silencio... no sé yo 😅 "yo fui a EGB", múltiples festivales, revivals, grupos de música que vuelven, camisetas de fútbol antiguas, el revisionado de series de los 90 como actividad dominguera, etc, etc...
Esto me parece ridículo.
El contar batallitas del pasado me cabrea, porque, además, ha sido demostrado ya, la memoria es mentira, con lo cual, lo que se cuenta ni siquiera es la realidad.
Contra la saudade me peleo yo solo, sin invitar a nadie.
Y a veces llama a mi puerta algo cuyo nombre acabo de aprender y que no aparece en el diccionario: anemoia, la nostalgia de algo no vivido.
Y ha sido el relato Whisky Tango Romeo el que me ha hecho conectar las dos cosas y buscar el término. Escuchándolo he sentido nostalgia por aventuras, no solo no vividas, sino, también, imposibles de vivir; lo cual es absurdo.
Creo que estamos usando terminologías diferentes y conceptos distintos, pero pensamos igual. Mi nostalgia es la que duele (-algia) y es íntima porque conecta con las vivencias propias, no el revival, que lo hace con una idealización. Me gusta que hayas usado "saudade" porque hay algo de eso :)
Y respecto a la añoranza por aventuras no vividas, creo que ese es el motivador más fuerte para escribir ficción, al menos para mí. No pensaba escribir más de Whisky Tango Romeo, pero el contexto (emocional y geográfico) me gusta tanto que quizás... :)
Muchas gracias por tus comentarios, me hacen pensar.